Para la corteza inflada al microondas
Para esta preparación, es fundamental que las cortezas estén muy bien secas. Coloca un trozo de corteza sobre un plato apto para microondas cubierto con papel de hornear y cocínalo durante 2 minutos a máxima potencia. En este tiempo, la corteza debería haberse inflado, al menos haber duplicado su tamaño, y estar dorada. Si no es así, sigue cocinando en intervalos de 30 segundos hasta que lo esté.
Si alguna zona se tuesta demasiado, no te preocupes: puedes retirarla fácilmente con un cuchillo pequeño. Deja enfriar la corteza inflada sobre una rejilla o sobre papel de cocina y comprueba su textura. Si queda alguna parte algo gomosa, también puedes quitarla con un cuchillo. A continuación, corta la corteza inflada en pequeños bocados a tu gusto.
Puedes servirlos tal cual o acompañarlos con una cucharadita de queso crema, un chorrito de miel y pimienta negra.
Las cortezas infladas se conservan más de 2 semanas en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco.
Consejo del chef
Rasca la parte externa de la corteza con un rallador o con un cuchillo, pudiendo aclararla un poco con agua. Recuerda secarla a toquecitos o, incluso, dejarla secar al aire en un recipiente abierto en el frigorífico toda la noche. Si la corteza está extremadamente dura, os sugerimos dejar en remojo la corteza de Grana Padano en agua durante unas horas, para ablandarla antes de usarla.