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    5 maneras de utilizar la corteza de Grana Padano

    Chef Danilo Cortellini

    Atrás quedan los días donde tenías que tirar la corteza del queso Grana Padano, ¡te doy mi palabra! Hay tanto que puedes hacer con ella, que tirarla es un sinsentido. Desde bocaditos tostados a simplemente usarlos como un topping en una sopa para un extra de sabor, las cortezas del queso Grana Padano pueden ser una bomba de sabor a tu favor.
    Hoy exploramos 5 maneras de usarlas, desde la más evidente hasta la más inesperada, todas extremadamente deliciosas y sencillas.
    No vas a poder creer lo fácil que es y, ¡pensarás como has podido no saber estos trucos italianos antes!

    Ingredientes

    Corteza de Grana Padano DOP

    Preparación

    STEP 1

    Con un paño húmelo, lavar la parte externa de la corteza del queso. Puedes utilizar un cuchillo para pelar una fina capa de la corteza. Si es necesario, aclarar la corteza con agua fría y secar a toquecitos.

    STEP 2

    Para la salsa de tomate
    Simplemente añade los trozos de corteza de Grana Padano a la salsa al inicio de la cocción. Déjala hervir a fuego lento mientras se cocina, para que la salsa se enriquezca con todo su sabor. Tras unos 30 minutos, la corteza se habrá ablandado y se podrá comer en trozos, mientras que la salsa de tomate estará más espesa y con un sabor intenso a queso.
    Ten en cuenta que, cocinada de esta forma, la corteza queda un poco correosa, pero igualmente deliciosa.
    Puedes usar unos 100 g de corteza por cada 600 g de salsa de tomate.
    Este mismo procedimiento puede aplicarse a muchas otras salsas para pasta, como el ragú a la boloñesa.

    STEP 3

    Para una sopa minestrone
    Simplemente añade los trozos de corteza de Grana Padano al minestrone al principio de la cocción. Déjalo hervir a fuego suave mientras se cocinan las verduras y se ablandan. Pasados unos 30 minutos, la corteza estará más blanda y el minestrone tendrá un sabor intenso a queso. En ese momento, retira la corteza, córtala en trocitos o cubos pequeños y vuelve a incorporarla al minestrone.
    Puedes añadir pasta si te apetece, o disfrutarlo tal cual.
    Para 600 g de minestrone, puedes usar unos 100 g de corteza.
    Este mismo proceso puede aplicarse a muchas otras sopas.

    STEP 4

    Para una salsa de quso/founde
    En este caso, como queremos que la corteza se derrita, te recomiendo remojarla con un día de antelación en agua y guardarla en la nevera. Este paso ayudará a ablandarla y facilitará que se funda. Una vez escurrida, si la parte exterior sigue muy seca, retírala con un cuchillo pequeño y corta la corteza en trozos pequeños.
    Calienta suavemente la nata para montar hasta que llegue a un hervor ligero. Añade tantos trozos de corteza de Grana Padano como desees (te sugerimos 200 g por cada 700 ml de nata) y deja cocer a fuego lento hasta que veas que la corteza empieza a derretirse, aunque queden algunos trocitos sin fundir del todo. Tritura todo con una batidora y, si lo crees necesario, cuela la mezcla. Ajusta de sal al gusto y úsala como prefieras.
    Esta salsa de queso es ideal para acompañar pasta, rosbif o verduras asadas.

    STEP 5

    Para una corteza tostada
    Nos gusta remojar la corteza durante toda la noche para esta preparación, ya que queremos que se ablande antes de dorarla en una sartén tipo parrilla (también funciona una barbacoa). Sécala bien con papel de cocina y colócala sobre la sartén caliente, manteniendo un fuego medio constante.
    Si ves que la corteza se pega a la sartén, no entres en pánico ni intentes despegarla a la fuerza: espera al momento justo. Cuando esté bien dorada y caramelizada, se soltará mucho más fácilmente, ya que el agua de la superficie se habrá evaporado y se habrá formado una buena costra. Dale la vuelta y repite el proceso por el otro lado.
    Sírvela caliente con un poco de pimienta negra recién molida y una pizca de sal marina, o la especia que prefieras.

    STEP 6

    Para la corteza inflada al microondas
    Para esta preparación, es fundamental que las cortezas estén muy bien secas. Coloca un trozo de corteza sobre un plato apto para microondas cubierto con papel de hornear y cocínalo durante 2 minutos a máxima potencia. En este tiempo, la corteza debería haberse inflado, al menos haber duplicado su tamaño, y estar dorada. Si no es así, sigue cocinando en intervalos de 30 segundos hasta que lo esté.
    Si alguna zona se tuesta demasiado, no te preocupes: puedes retirarla fácilmente con un cuchillo pequeño. Deja enfriar la corteza inflada sobre una rejilla o sobre papel de cocina y comprueba su textura. Si queda alguna parte algo gomosa, también puedes quitarla con un cuchillo. A continuación, corta la corteza inflada en pequeños bocados a tu gusto.
    Puedes servirlos tal cual o acompañarlos con una cucharadita de queso crema, un chorrito de miel y pimienta negra.
    Las cortezas infladas se conservan más de 2 semanas en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco.

    Consejo del chef

    Rasca la parte externa de la corteza con un rallador o con un cuchillo, pudiendo aclararla un poco con agua. Recuerda secarla a toquecitos o, incluso, dejarla secar al aire en un recipiente abierto en el frigorífico toda la noche. Si la corteza está extremadamente dura, os sugerimos dejar en remojo la corteza de Grana Padano en agua durante unas horas, para ablandarla antes de usarla.