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    Bruschetta: la sencillez que habla de Italia

    Cuando pensamos en la cocina italiana, nos vienen a la mente rápidamente platos sencillos y auténticos, preparados con pocos ingredientes pero de altísima calidad. Entre ellos, destaca indudablemente la buschetta, uno de los entrantes más versátiles y apreciados, capaz de conquistar a cualquiera de un solo bocado.

    La clásica

    La bruschetta es un clásico del verano, y se nota por sus ingredientes. Los tomates deben cortarse en dados, salar y dejar reposar para que suelten el agua. Después, se aliñan con un poco de aceite de oliva virgen extra, pimienta y orégano. Solo queda colocarlos sobre nuestra base, añadir unas escamas de Grana Padano, dos hojitas de albahaca fresca y listo: ¡la bruschetta tradicional está servida!

    ¿Qué tipo de tomate para las bruschetta?

    Los mejores son los tomates maduros y dulces, como los cherry, pera o corazón de buey.

    Curiosidades y consejos

    ¿Siente curiosidad por la bruschetta? Aquí tienes algunas curiosidades y consejos.

    ¿Qué significa "bruschetta"?

    El término bruschetta deriva del dialecto romano «bruscare», que quiere decir «tostar», y es precisamente ésta la clave de la preparación: una rodaja de pan tostado o «bruscato», aliñado de manera sencilla pero sabrosa.

    ¿Cuál es el origen de la bruschetta?

    Los orígenes de la bruschetta son antiquísimos. Ya los etruscos y los romanos solían tostar el pan para conservarlo durante más tiempo. Luego se frotaba con ajo y se aliñaba con aceite de oliva para mejorar su sabor. Es una preparación humilde, nacida de la sabiduría campesina, que ha sabido evolucionar sin perder su esencia.

    ¿Cuándo se come una bruschetta?

    En Italia la bruschetta es perfecta para cualquier ocasión: puede ser parte de una tabla de aperitivos, un entrante pre cena con amigos, o incluso un rápido tentempié o una cena veraniega, ¡deliciosa y ligera!

    ¿Qué se le puede poner a la bruschetta?

    Con el paso del tiempo, la bruschetta se ha convertido en uno de los iconos de la cocina italiana y ha dado lugar a muchísimas variantes. La bruschetta clásica se adereza con ajo, aceite de oliva, tomatitos cherry, Grana Padano y albahaca fresca, pero existen versiones de todo tipo, llenas de sabor con embutidos, quesos untables, verduras, setas, salsas sabrosas y mucho más.
    En definitiva, en Italia la bruschetta es el plato perfecto para dar rienda suelta a la creativida, pero antes de experimentar, empecemos por lo básico…

    ¿Cuál es el mejor pan para la bruschetta?

    La bruschetta perfecta empieza por el pan adecuado: la opción tradicional es el pan toscano, ya que tiene una corteza crujiente y es bajo en sal, pero también va bien una chapata, una baguette o cualquier otro tipo de pan rústico.
    ¿Cómo se tuesta el pan? Prepararlo es sencillísimo: basta con cortarlo en rebanadas de 1 cm y tostarlo en el horno a 200 °C hasta que ambos lados estén perfectamente dorados (sí, los más perezosos pueden usar la tostadora).

    Cuatro bruschettas para cuatro estaciones

    Muy bien, ahora que tenemos los básicos cubiertos, pasemos a las variantes, os proponemos cuatro diferentes, ¡
    una para cada estación del año!

    Bruschetta invernal:

    Para la temporada más fría te proponemos una bruschetta con lardo y miel: sabrosísima y con un toque dulce, es muy fácil de preparar y perfecta como entrante. Lo importante es partir de ingredientes de calidad: un lardo bien curado y cortado en lonchas finas, y una miel de castaño o de acacia. Unas escamas de Grana Padano aportan a esta receta un toque de sabor salado… ¡simplemente irresistible!

    Bruschetta primaveral:

    Para la estación de las flores, una receta aromática y deliciosa: bruschetta con tomates secos, pesto y jamón curado. Solo tendrás que untar una buena cantidad de pesto de albahaca casero sobre el pan tostado, añadir algunos tomates secos en aceite, escamas de Grana Padano y finas lonchas de jamón curado. Una receta que combina la dulzura y el sabor salado del jamón y del Grana Padano con las notas amargas de los tomatitos. Todo se une a la perfección con el aroma y la frescura del pesto de albahaca. ¡Tienes que probarla!

    Bruschetta veraniega:

    La clásica bruschetta con tomate ya es perfecta para el verano, pero aun así queremos proponerte una alternativa más completa: una deliciosa bruschetta vegetariana con tomatitos, mozzarella, berenjenas y pimientos. Solo hay que saltear en la sartén las berenjenas y los pimientos en trocitos, y luego mezclarlos, aún templados, con dados de tomate y mozzarella. Una vez colocado todo sobre el pan tostado, obtendremos una combinación perfecta entre el sabor de las verduras cocinadas y la frescura absoluta del tomate y la mozzarella.
    ¿Prefieres un toque marino? Solo tienes que añadir un poco de atún en aceite a esta receta y tendrás una bruschetta de pescado deliciosa.

    Bruschetta otoñal:

    El sabor del otoño se encuentra perfectamente encapsulado en una bruschetta con salchichas, setas y trufa. Solo tendrás que sofreír las salchichas troceadas en la sartén, dejarlas reposar una vez doradas y cocinar en la misma sartén las setas boletus en cuadraditos o setas de miel enteras, añadiendo al final un poco de perejil fresco. Una vez colocado todo sobre el pan tostado, bastará con añadir Grana Padano y láminas de trufa para lograr un sabor intenso y envolvente, perfecto para dar la bienvenida a la temporada fría.

    El mejor aperitivo

    Pero no se queda ahí, según los ingredientes, la bruschetta también puede acompañarse con cerveza o cócteles frescos
    y aromáticos, especialmente si se sirve como aperitivo.