En las maduraciones más largas e intensas, el Grana Padano “Reserva” muestra todo su potencial aromático: salinidad marcada, cristales de tirosina, notas de frutos secos, especias y un profundo sabor umami. La compota de cebolla es la pareja ideal para un perfil tan intenso: la dulzura caramelizada de la cebolla, unida a su natural redondez, crea un equilibrio perfecto con la salinidad y la intensidad del queso.
La textura suave y envolvente de la compota se fusiona con la textura desmenuzable del Grana Padano envejecido, ofreciendo un contraste gustativo refinado e inolvidable.
Un maridaje ideal para quienes aman los sabores intensos, acompañado de vinos dulces, cervezas fuertes o destilados suaves.
Curiosidades:
-La compota de cebolla se suele preparar con variedades rojas, más dulces y aromáticas, que durante la cocción desarrollan notas similares al caramelo y a la fruta madura.
-Es una especialidad muy utilizada en la cocina francesa y del norte de Italia, donde tradicionalmente acompaña quesos curados y carnes asadas.