El Grana Padano DOP es el fruto de los modos y de los lugares en que es trabajado, de las materias primas que lo componen, y de la sabiduría con que se mezclan, se transforman, se dejan envejecer, controlan con el tiempo y, al final, se aprueban y marcan.
De hecho, los territorios, con sus tradiciones, de los que proviene el Grana Padano permanecen dentro de este producto como signos indelebles de su carácter.