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    El aperitivo, el ritual de convivencia a la italiana

    Ahhh, the aperitif, that magical moment of the day that all Italians await with trepidation and that makes those who live abroad sigh, where «having an aperitif» is not exactly the same thing.
    In Italy, the aperitif is much more than just a drink: it is the convivial ritual par excellence, a break that unites generations and friends old and new.
    Those who were your snack buddies as children, naturally become your aperitif buddies as they grow up. It is a spontaneous transition, which leads from snacks in the classroom to a spritz and two olives at the bar table, amidst chatter, laughter and shared appetizers.

    Curiosidades y consejos

    ¿Tienes curiosidad por el «aperitivo»? Aquí tienes algunos datos curiosos y consejos para ti.

    Los orígenes del aperitivo

    El aperitivo nace dentro del territorio italiano, antes incluso de que éste existiera como país. La palabra deriva del latín aperire, que significa «abrir», y ya se utilizaba en la época romana para referirse a bebidas ligeras servidas antes de la comida, pensadas precisamente para «abrir el estómago».

    La versión moderna coge forma en el siglo XIX en Turín, cuando Antonio Benedetto Carpano inventa el vermú, un vino aromatizado con hierbas y especias, pensado para cambiar las costumbres de una nación por completo, siendo aun hoy en día la base de algunas de las bebidas de aperitivo más icónicas, como el Negroni, y sus miles de variantes.

    Desde ese momento, la idea se extiende: una bebida alcóholica ligera, acompañada de algo para picar, para estimular el apetito y socializar antes de cenar. Y, de esta manera, poco a poco, el aperitivo se convierte en un ritual.

    ¿En qué consiste a día de hoy el aperitivo italiano?

    Definirlo no es algo fácil: se encuentra a mitad de camino entre un picoteo y una comida, entre el deber y el ocio. Es el momento de reunión con los amigos, tomas algo, una tapa y, sobre todo, se comparte tiempo y relax.

    El aperitivo se hace normalmente entre las 18:30 y las 20:30, aunque extenderse más allá es casi una regla. Sucede a menudo durante el atardecer, cuando la jornada laboral acaba y se abre el espacio dedicado a la vida personal.

    No siempre se pasa por casa para cambiarse: se llega directamente con la ropa de trabajo, pero con una actitud completamente diferente. El aperitivo es una separación entre el deber y el ocio, un momento de relajación, donde no hay lugar para las malas noticias y, si tuvieran que surgir, se suavizan entre bromas y brindis.
    El aperitivo es una pausa, sí, pero también es un estado de ánimo.

    ¿Qué se bebe durante el aperitivo?

    La célebre bebida naranja, el spritz, es, sin ninguna duda, el icono indiscutible del aperitivo italiano, aunque no es el único protagonista de este momento. Vino blanco, tinto, cerveza, cócteles más elaborados o bebidas sin alcohol: ¡lo importante es brindar!

    Se levanta la copa para celebrar las buenas noticias, la amistad, el final de una dura jornada laboral o incluso simplemente el buen tiempo. El «chin chin» no puede faltar: inaugura los bailes y marca oficialmente el principio del aperitivo.

    Hasta aquí todo normal, se podría pensar que sucede como en muchos otros países. Pero, en Italia, en el aperitivo no sólo se bebe, se come, y se come bien.

    ¿Qué se come durante el aperitivo?

    Existe un auténtico repertorio gastronómico para el aperitivo que cambia de ciudad en ciudad, de bar a bar, pero que cumple siempre una regla de oro: la calidad de la comida marca la diferencia. Son muchas veces las tapas que se sirven a determinar la respuesta a la fatídica pregunta: «¿Dónde vamos hoy para el aperitivo?»

    Veamos juntos algunas de las opciones más extendidas:

    -El clásico trio esencial: aceitunas, patatas y cacahuetes, perfectos para empezar.
    -Sándwiches y mini bocadillitos: suaves, sabrosos y perfectos para acompañar a una bebida.
    -Tostas: crujientes y muy fáciles de realizar miles de variantes diferentes. Un verdadero clásico en el aperitivo.
    -La tabla de embutidos: embutidos seleccionados y Grana Padano en escamas, a veces acompañados de miel o mostaza.
    -Productos de panaderia: mini pizzas, bollitos salados, focaccias y grissini crujientes.
    -Encurtidos: pepinillos, cebolletas, alcachofas, ideales para equilibrar los sabores más intensos.
    -Verduritas crudas y salsas (pinzimonio): fresco y ligero, para aquellos que desean algo saludable pero sabroso.
    -Fritos: En los locales más generosos, se pueden encontrar croquetas, pequeñas mozzarellas, gnocchis fritos o aceitunas rellenas de carne.

    ¿Cómo preparar un aperitivo italiano en casa?

    No es necesario ir al un bar para vivir la experiencia del aperitivo italiano: puedes recrearla también en casa, con unos pocos ingredientes y una pizca de creatividad. Aquí tienes una guía sencillísima sobre cómo organizar un aperitivo perfecto con los amigos.

    Para beber:

    Un frizzante fresquito siempre es una elección ganadora, pero si queréis practicar en el arte de la mixología, quedáos con la selección de los grandes clásicos del aperitivo: Spritz, Negroni o Gin Tonic. Son fáciles de preparar y perfectos para empezar con estilo.

    Para comer:

    Preparad una tabla generosa y colorida de embutidos: de diversos tipos, escamas de Grana Padano, aceitunas, mini pizzas y focaccias. Podéis añadir algún encurtido o finger food hecho en casa. No hay reglas inamovibles: lo más importante es ofrecer variedad y sabor, preferiblemente en formato bocado, ¡para que sea más sencillo de comer!

    El ambiente:

    El aperitivo es un momento informal: nada de mesas impecables. Con algún taburete, un rincón de la cocina o del jardín es suficiente. Una playlist relajada de fondo ayuda a crear la atmosfera ideal, donde las conversaciones fluyen y el tiempo parece que se detiene.

    Curiosidades: las versiones regionales del aperitivo

    Si hay algo que los italianos saben hacer como nadie, es tomar una idea y adaptarla a la tradición local. Por eso, el aperitivo cambia de rostro según la ciudad: mantiene su espíritu, pero varían los sabores y los acentos.

    En Venecia se toma ombra e cicchetto: una copa de vino (la ombra) acompañada de pequeños bocados (cicchetti), muchas veces a base de pescado, servidos en los bacari, los típicos bares venecianos.
    En Milán, capital indiscutible del happy hour, nace el apericena: un cóctel con bufé completísimo, que suele incluir platos calientes, ensaladas, primeros e incluso postres.
    En Turín, cuna del vermú, el aperitivo se viste de elegancia: cócteles clásicos y finger food con un toque sofisticado.
    En Emilia-Romaña, por otro lado, reina la tabla de embutidos: salumi, tigelle, gnocco fritto y Grana Padano.
    En Nápoles, el ritual se llena de frituras irresistibles como crocchè y frittatine di pasta, todo acompañado de spritz o cerveza.

    Vayas donde vayas, el aperitivo puede cambiar de forma, pero no de esencia: es siempre un momento para compartir, disfrutar y desconectar. Un pequeño placer al más puro estilo italiano.

    El aperitivo es mucho más que una simple costumbre italiana: es un momento de disfrute, de compartir y de identidad cultural.
    Sea en el bar o en casa, con un Spritz o con una copa de vino, lo realmente importante es brindar a la vida, con una sonrisa y ¡un poco de Grana Padano para picar en el plato!