Además de la parmigiana tradicional de berenjenas, existen múltiples versiones creativas, entre las más conocidas:
–Parmigiana de calabacín: más suave, con calabacines a la plancha o fritos.
–Parmigiana de patatas: más corposa y densa, ideal para el invierno.
–Parmigiana de alcachofas o calabaza: una versión ideal de temporada, perfecta para personalizarla con especias o hierbas aromáticas.
–Parmigiana blanca: sin tomate, con bechamel o solo queso, donde el Grana Padano DOP se puede utilizar tanto como base cremosa como con un toque crujiente.
En todas estas versiones, el Grana Padano DOP destaca como ingrediente clave: aporta sabor, enriquece la textura del plato y realza el gratinado.